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50 – Memoria y balance

Publicado el 31 de diciembre de 2020

Si sos oyente de Hoy Trasnoche, quizás esta entrega te resulte redundante. Te juro que hago un esfuerzo denodado para que todo lo que publico en distintos lugares sea distinto, pero con el balance de fin de año difícil sacarle el culo a la jeringa.

Voy a ir con las que (a mi humilde criterio) son las diez películas del año en orden decreciente.

Como todos los años, quedan cosas afuera. Esta es la lista de menciones de honor: The Lodge (2019) de Severin Fiala y Veronika Franz, Feels Good Man (2020) de Arthur Jones, Un sueño hermoso (2020) de Tomás De Leone, Sangre (2020) de Juan Schnitman, Relic (2020) de Natalie Erika James, Mank (2020) de David Fincher y She Dies Tomorrow (2020) de Amy Seimetz.

Y acá ya empiezan las puteadas. No te voy a contestar (?)

Las que si entraron, de diez a uno, son las siguientes:

Zappa (2020) de Alex Winter

No sé si habrás tenido en tu adolescencia (o tu adultez, da lo mismo) un período de escuchar mucho a Frank Zappa. Yo lo tuve, pero en una edad donde tampoco me interesaba tanto leer datos de cosas que no fueran películas.

Alex Winter, un director “rendidor” pero no genial de documentales consigue acceso total a los archivos de la familia Zappa y descubre que el bueno de Frank era un fanático de dejar todo registrado en súper 8, 16mm, video y guardarlo.

La película, además de un retrato cariñoso, es un despliegue de archivo épico, donde cada cosa que se cuenta tiene su testimonio visual.

Si te interesa o interesó en algún momento de tu vida Zappa, o si sos paquerx del material de archivo como yo, no se te vaya a ocurrir dejarla pasar.

Butt Boy (2019) de Tyler Cornack

Creo que ya hablé de la película en alguna de las entregas, y hasta le hicimos un episodio de Hoy Trasnoche.

SI te hago la sinopsis capaz que decís que soy un pelotudo. Bueh, capaz que lo decís igual sin la sinopsis: después de un examen prostático de rutina, un hombre descubre su pasión por meterse cosas en el culo.

Hasta acá, todo normal. El tema es cuando esa pasión escala a cachorros y hasta un niño jugando a las escondidas.

¿Es una comedia? Claro que es una comedia. El mayor mérito de Butt Boy es sobrevivir a su premisa y hacer una película genial con casi nada.

La evangelicé mucho durante el año y capaz ya conociste la palabra (?) de Butt Boy. Si no lo hiciste aún, el 2021 es tu año.

Color Out of Space (2019) de Richard Stanley

Creo que escribí de esta en una de las primeras entregas de este newsletter. En ese momento hablé de la épica de que Richard Stanley, a todas luces “un loco de mierda indomable” volviera a filmar.

Y no cualquier cosa, sino una adaptación libre de horror espacial de H.P. Lovecraft con “el Klaus Kinski moderno” Nicolas Cage.

Las chances de que esto fuera más cercano a Verotika (2019) de Glenn Danzig que a una de Cronenberg eran altas. Y no pasó. No solo no pasó, sino que resultó ser un espectáculo genial y muy flúo.

Dicen que es la primera en una trilogía Lovecraftiana que Stanley tiene preparada, volviendo a sus orígenes de cine chiquito y áspero por la que le vamos a estar agradecidos mucho tiempo. Porque, en definitiva, de los que hablamos treinta, cuarenta o cincuenta años después es de los locos de mierda indomables y no de los obedientes.

Un crimen común (2020) de Francisco Márquez

Entre las películas que se pudieron (solo por Edge o Safari) en el pasado Festival Interaccional de Cine de Mar del Plata había una que prometía un montón. Se llamaba Un crimen común y era de Francisco Márquez, el 50% de la dupla creativa que, junto a Andrea Testa, nos dio esa maravilla llamada La larga noche de Francisco Sanctis (2016) hace unos años.

Un crímen común vuelve a explorar ese thriller de clase media que se tocaba en La larga noche de Francisco Sanctis con una maestría total.

Una profesora de sociología no le abre la puerta una noche al hijo de su empleada doméstica, este aparece muerto y tiene que seguir su vida con ese fantasma.

Si tuviéramos diez películas como esta por año, el cine argentino está salvado para siempre.

“¿Dónde la veo si no la vi en Mar del Plata?” Bueno, me encantaría tener esa respuesta, pero el 2020 tampoco fue el año donde tuvimos Cinemateca ni una forma fácil de acceder al cine argentino que pasó por Cinear y desapareció para siempre.

ound of Metal (2019) de Darius Marder

De esta película había leído un montón y un día apareció asomando detrás de la ligustrina en Los Incas y Torrent.

Como casi todas las que valen la pena en los último cinco o diez años, es un debut narrativo de un director que había escrito la áspera The Place Beyond the Pines (2012) hace casi una década.

Y su debut no iba a ser una de Pixar, estaba claro.

La historia de un baterista de metal que se empieza a quedar sordo que nos lleva al viaje sonoro de esa sordera, obligándonos a los subtítulos y a varias cosas más.

Era esto lo que tenías que hacer, Christoper Nolan, no ese coso que no se entiende una verga.

Bueno, ya estoy mejor.

Uncut Gems (2019) de Benny y Josh Safdie

Usando las palabras del Fresco, a mí el cine de los hermanos Safdie “Me gusta más que coger, más que ir a la cancha, más que salir con mis amigos.” Eso no es ningún secreto.

Ya con su película anterior en conjunto Good Time (2017) como con la solista de Josh The Pleasure of Being Robbed (2008) los Safdie se pusieron en un lugar extraño y visualmente sórdido: mostrar la otra cara de esa Nueva York donde todo es Navidad y romance en el resto del cine.

Esa vuelta a una metrópolis, si se quiere, más Scorsesiana es la que nos hace pensar automáticamente en Calles salvajes (Mean Streets, 1973) cuando pensamos en la historia de esta este joyero escolasero con más deudas que un país africano.

Sí, está Adam Sandler. Sí, está genial. Como digo siempre: cuando lo agarran directores que lo sacan de su zona de confort, es un gran actor dramático. Por desgracia, siempre termina haciendo esas comedias dirigidas por gente que le dice a todo que sí.

The Wild Goose Lake (Nanfang chezhan de juhui, 2019) de Yi’nan Diao

¿Hay lugar en esta lista para un extraño film noir chino? ¿A vos qué te parece, beba?

Poco sé de la carrera de Yi’nan Diao, más que que esta es su cuarta película y que es una historia de mafiosos de poca monta.

Salido de la cárcel, el líder de una familia mafiosa zonal se enfrenta con otra familia y, en su paranoia, termina matando por error a un policía. Escapa a una zona alejada llena de prostíbulos tratando de que no lo encuentren.

Quizás la mejor forma de definirla sea decir “Es como si John Woo o Ringo Lam deciden tener un hijo con Wong Kar Wai.” porque tiene la acción de unos y la belleza visual del otro.

¿Tentadx? Me pareció.

The Hunt (2020) de Craig Zobel

The Hunt, además de la mejor comedia que tuvimos este año, tiene el dudoso honor de ser “LA PELÍCULA QUE NO QUERÍAN QUE VIERAS” y “LA PELÍCULAS QUE QUISO PROHIBIR TRUMP”, entre otras cosas.

Es, también, un análisis brutal a la “grieta” que tienen los yanquis y que nos podría servir de espejo para entender la que tenemos nosotros y la segunda película de Craig Zobel, que ya nos había regalado esa joya llamada Compliance (2012)

Doce personas que no se conocen se despiertan en el medio de un campo donde no tardan en descubrir que están ahí para ser cazados por un grupo de millonarios excéntricos. O eso creen que descubrieron.

Muchas veces las películas sobre temas “urgentes” no sobreviven al paso de los meses o incluso las semanas. The Hunt, en cambio, tiene la inteligencia de parecer bastante blindada a prueba de futuro.

VFW (2019) de Joe Begos

Mi militancia en “La Joe Begos” a esta altura es indisimulable. Pocas veces uno se cruza con un director que al verlo, escucharlo hablar y ver sus películas, te hacen pensar “este sería amigo mío.”

Begos viene, a través de sus ultimas tres películas (The Mind’s Eye (2015), Bliss (2018) y esta) construyendo una carrera con proyectos cada vez un poquito más ambiciosos.

Fanático confeso del horror de los años ochenta, su estética y su paleta parece detenida en el tiempo. Y ese extraño homenaje colorido a Asalto a la prisión 13 (Assault on Precinct 13, 1976) de John Carpenter que es VFW llegó para dar testimonio de eso mismo.

En un futuro distópico donde un “súper paco” tiene a todos convertidos en zombis, un grupo de veteranos defenderá su bar sin ventanas de la otredad.

Gore, sangre, tiros y alegría: para eso se inventaron las películas.

The Assistant (2019) de Kitty Green

Y la mejor película del 2020 es un debut narrativo de una directora que viene del documental. Quién lo hubiera dicho.

Kitty Green se las arregla, en una historia mínima que rara vez no pasa en interiores, para construir un thriller en ausencia. Con ese mal que amenaza a nuestra protagonista nunca presente de cuerpo pero sí de espíritu.

Coyuntural sin trazo grueso, “paralelizable” si tenés ganas, difícilmente The Assistant te pase por el costado.

¿Cómo que colgaste y no la viste? Antes del brindis de las doce tenés que enmendar semejante error.

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