Una tercera parte de una saga, en el panorama actual del cine, activa automáticamente un revoleo de ojos porque sabemos que el concepto de la duplicación de una premisa se materializa casi sin desvíos.
Una tercera parte de una saga, en el panorama actual del cine, activa automáticamente un revoleo de ojos porque sabemos que el concepto de la duplicación de una premisa se materializa casi sin desvíos.